La árnica es una planta medicinal muy utilizada desde hace años debido a la multitud de propiedades que tiene. Es una planta silvestre de origen europeo, con flores color amarillo anaranjado y olor similar a la manzanilla. Entre sus propiedades principales están la de ser analgésica, antiinflamatoria, antibacteriana, astringente, fungicida y cicatrizante, usándose, entre otros casos, para estimular la circulación sanguínea, eliminar moratones y prevenir que aparezcan, aliviar el dolor en traumatismos, reducir la inflamación, acelerar la recuperación de luxaciones y mejorar la artritis.
El harpagofito es un arbusto originario de África, con flores color púrpura y raíces tuberosas. La propiedad más conocida de esta planta y por la que se viene utilizando ancestralmente, es la de ser un potente antiinflamatorio, por eso se utiliza en dolores articulares y reumáticos. Reduce la sensación de dolor y estimula la recuperación de traumatismos.
Es lógico que uniendo estos dos componentes tan potentes se obtenga una eficaz crema para masajes terapéuticos.
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