miércoles, 18 de septiembre de 2019

Jabón con aceite de espárrago y tomillo

Después de llevar varios meses de trabajo y pruebas, por fin he conseguido hacer un jabón super natural, con productos de mi tierra, tal vez poco usual (por su componente principal) pero con un montón de propiedades. Y es que, la naturaleza pone a nuestro alcance cantidad de plantas beneficiosas que no sabemos aprovechar.

En mi pueblo (Burguillos del Cerro) el producto estrella es el espárrago silvestre (en su honor se hace una feria anual que recomiendo que visitéis) y sabiendo la calidad y propiedades de ese producto decidí investigar y probar su uso en cosmética. Debe decir que llevo ya mucho tiempo probando el aceite puro de espárrago y luego el jabón y estoy encantada.

El espárrago contiene una proteína (glutatión) con gran poder antioxidante que ayuda a nuestro cuerpo a protegerse de toxinas. También es responsable de la pigmentación de la piel. Contiene vitamina A, B1, B2, B6, C y E. Ayuda en la producción de colágeno, lo que hace que la piel se mantenga lisa y tersa. Elimina irritaciones y acné, reduce la producción de grasa, hidrata, nutre y ayuda a prevenir la caída del cabello, así como estimula su crecimiento.

Decidí añadir también otro producto muy habitual de mi localidad, el tomillo, cuyas propiedades bactericidas, hidrolipídicas, antisépticas, regenerantes, tonificantes y dermoprotectoras hacen de complemento ideal para este jabón.

Resumiendo: es un jabón que vale para todo, pieles jóvenes y maduras, acneicas, envejecidas, secas, con manchas... Y puede usarse para piel y cabello.

¡Os lo recomiendo!





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